Ahora y siempre: Atención integral y prevención en situaciones de conflicto y violencias
El inicio del confinamiento hizo sonar la alarma a las entidades y profesionales que trabajamos en atención y prevención de violencias. Como era de esperar, esta situación intensifica los conflictos y las situaciones de riesgo a los hogares. De hecho, esta medida de excepción confina a la gente con sus circunstancias, los conflictos y la violencia que sufren. Es por este motivo que el trabajo de nuestros equipos no se podía parar y se ha adaptado para mantener las tareas de intervención psicosocial, dando calor y apoyo.
Atención psicosocial virtual
En estos momentos, nuestros equipos hacen esfuerzos para seguir dando atención terapéutica y educativa respetando al máximo la esencia de los proyectos y su metodología. Según los recursos de las personas atendidas, hacen llamadas o videollamadas para acompañarlas, siempre con el consentimiento de sus tutores o tutoras cuando sea necesario. Esta atención telemática tiene características propias, con un grado diferente de intimidad y proximidad. Sin embargo, la mayoría de las personas han querido mantener este trabajo terapéutico y socioeducativo, y se muestran muy agradecidas a los equipos técnicos. Tal y como informan las profesionales, en el SIAD de Matadepera aprovechan para hacer el envío de vídeos, películas, canciones y actividades relacionadas con su acompañamiento terapéutico. Sin embargo, algunos servicios como lo Vincula’t, se encuentran ante el reto de mantener la motivación de los usuarios para participar en los grupos terapéuticos.
Además de todo esto, el equipo del Proyecto Fils está poniendo en marcha una serie de formaciones online y charlas abordando el papel de los hombres en la era de los feminismos, la detección y trabajo del abuso sexual infantil o el apoyo emocional para familias durante el confinamiento. Desde IRES queremos contribuir a la avalancha de formaciones online que se está generando al sector, compartiendo nuestra experiencia alrededor de la atención integral de familias en situación de vulnerabilidad. De esta crisis saldremos más fuertes si compartimos.
En el SAPD de Baleares empezaron el confinamiento con la incertidumbre común al resto. En este servicio se da atención a más de 900 mujeres que han vivido violencia machista, 82 de las cuales están vinculadas a grupos terapéuticos. Estos tuvieron que cancelarse al inicio, pero se retomaron por vía telemática; del mismo modo, la atención individual se mantiene por teléfono o videotrucada. En general, los equipos están haciendo esfuerzos para adaptarse a las necesidades y los recursos de las usuarias, además de un ejercicio de pedagogía tecnológica con las de mayor edad. La atención hacia estas usuarias se focaliza en dar continuidad a su proceso terapéutico poniendo especial atención al riesgo de volver a convivir con su agresor a causa del aislamiento. Estas mujeres, sin embargo, tienen que añadir al hecho de haber sufrido violencia las inquietudes propias derivados de esta situación, como son los despidos del trabajo o la preocupación por la educación de sus hijos e hijas. A pesar del desbordamiento del servicio, las profesionales se muestran satisfechas del grado de aceptación de los dos formatos de intervención. Además, desde las instituciones se ha producido un aumento del contrato de número de horas para poder dar atención psicológica individual a todas las mujeres que lo necesiten.
A pesar de estos retos, tenemos ante la oportunidad de reflexionar sobre la potencialidad de estas modalidades de atención y como incorporarlas después del confinamiento para dar una atención integral y flexible, que nos ayude a adaptar la atención a sus necesidades eficazmente.
¿Qué preocupaciones tienen las personas y familias que atendemos?
Es evidente que los dolores de cabeza de las familias giran alrededor del miedo al contagio y la incertidumbre que están viviendo. Sin embargo, este confinamiento intensifica los conflictos poniendo a prueba la convivencia, y las familias tienen que encontrar formas eficaces de establecer límites de forma asertiva, garantizar una buena comunicación o la preservación de espacios en los casos en que sea posible. Según los equipos, se trata de un reto muy serio, pero a la vez estamos ante una oportunidad para trabajar los miedos y de poner en valor su resiliencia y reforzar sus recursos.
Por otro lado, desde el SAS Gironès y el SAS Eixample Sur, señalan con preocupación las dificultades que tienen que afrontar las mujeres que atienen, debido a la parada de las prestaciones económicas, la suspensión de los juicios, el incremento de los gastos de alimentación o la documentación que no puede ser renovada. Es complejo mantener este servicio de atención de tipo social, psicológica, jurídica y de salud en estas circunstancias.
La suspensión temporal de algunos servicios públicos tiene consecuencias muy graves para las familias que transitan situaciones de vulnerabilidad, y añaden dificultades sociales y económicas. Además, no todos los servicios de acompañamiento psicosocial se pueden llevar a cabo, lo cual añade la preocupación de las mujeres para iniciar el proceso de recuperación por la violencia vivida, formarse y regularizar su situación legal. Pese a esto, las mujeres de los pisos hacen piña y se organizan para el cuidado de sus hijos e hijas, y hacen actividades con ellos como talleres de manualidades con pastas de sal. Resulta muy emocionante ver como desbordan sororidad y buen rollo en un momento tan complicado para ellas.
Estos días son complejos y las consecuencias que se derivan se ven compensadas por alguna situación que ha iluminado las caras de nuestras profesionales, al ver, por ejemplo a los pequeños y pequeñas espontáneas que aparecían durante las videollamadas; o compartir momentos importantes por el grupo de mujeres, como cuando sorprendieron con un pastel a una compañera el día de su cumpleaños y, a pesar de la distancia, ¡se soplaron las velas! Una vez más, vemos la importancia de fortalecer los vínculos de las personas que han vivido violencia y propiciar su autonomía, especialmente ante situaciones de crisis como esta.
Queremos agradecer el trabajo tan valioso de todas las personas que hay en el frente de cada servicio, que han demostrado desde el primer minuto de esta crisis su compromiso con las familias y su bienestar. Tenemos muy presente la labor de los técnicos de sistemas informáticos, las personas de administración, y las compañeras y compañeros de la educación social, trabajo social y psicología, sin la cual este proyecto carece de sentido. Es emocionante ver la proactividad y la ilusión con que los equipos están poniendo en marcha todas estas iniciativas para que las familias más vulnerables no acaben saliendo más perjudicadas.
¿Qué proyectos de atención psicosocial en situaciones de conflicto y violencia tenemos en marcha? Conoce el trabajo del Proyecto Fils, Vincula’t, el SAPD (Servei d’Assistència Psicològica a Dones víctimes de violència de gènere), el SAS (Servicio de Atención Socioeducativa) y el SIAD (Servei d’Informació i Atenció a les Dones) en nuestro Ecosistema de Proyectos.