El otoño es una de las estaciones del año más inspiradoras, o al menos así lo han oído los y las participantes en el Casal en Familia de La Pau-La Verneda. Una estación que nos regala colores y escenas de lo más retratables, además el día empieza a acortarse y esto provoca cierta nostalgia, un momento que nos lleva a mirar hacia adentro y que es necesario aprovechar con la creatividad que emana de los niños. Y así lo han hecho los pequeños y pequeñas del Casal, a partir de una propuesta que fue muy bien recibida: salir a la calle a retratar el otoño, a ser pequeños/as fotógrafos y maravillarse con lo que regala el otoño, partiendo de la idea de que la mirada de cada uno de ellos es única y especial, por lo que todo aquello que pudiera llamarles la atención sería interesante retratarlo.
Al salir a la calle, los niños se dejaron llevar por todo lo que consideraban bonito y que representaba el otoño. A posteriori, cada niño seleccionó alguna de sus fotografías con las que dedicaría un trabajo y en las sesiones posteriores en las que trabajaron con sus obras. Primero, crearon los marcos para las fotografías, permitiendo que cada uno decidiera de qué manera quería encuadrarla. De este paso salieron trabajos preciosos, que mostraron y compartieron con el resto de compañeros y compañeras, valorando la tarea que había hecho cada uno. Una vez realizado el marco, pasaron a realizar una de las partes más introspectivas: pensar el título de la fotografía, observarla con calma y escribir lo que les inspiraba de la imagen en cuestión. Este fue uno de los momentos más graciosos, ya que de ideas salían de todos colores, hasta que finalmente cada niño decidió el nombre de su obra, de la que se sentían orgullosos.
Y el último paso y no menos importante: decidir entre todos/as el título de la exposición fotográfica y poder mostrarla a las madres y padres del Casal. Y así salió el título que encabeza este texto, El otoño a través de nuestros ojos. La tarde que recibieron las familias para contarlos y mostrar la exposición fue una tarde llena de emoción y para los niños representaba un momento muy relevante: podían explicar el proceso creativo a sus madres y padres y sobre todo, exponer que la su mirada también es importante, que a pesar de ser pequeños/as, también tienen mucho que «ver», y que de esta mirada, los adultos aprendemos día tras día.
