Mindfulness en la intervención psicoterapéutica: Tomar conciencia de la violencia invisible
Desde el 2017, el servicio de Atención Psicológica a mujeres víctimas de violencias machistas y a sus hijos e hijas -un servicio del Departament de Igualdad y Diversidad del Departamento de Presidencia del Consell de Mallorca gestionado por la Fundació IRES en Baleares- realiza sesiones de intervención grupal de Mindfulness y Autocompasión.
La intervención procura una atención integral a las mujeres que les ayude a reparar las consecuencias de la violencia que han sufrido, e incluir acciones que promuevan una mayor conciencia de sí mismas, de sus relaciones y del mundo en el que viven. A esta intervención grupal que integra los enfoques y las prácticas esenciales de mindfulness y autocompasión, se suman actividades de psicología positiva y de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), que giran alrededor de la aceptación y los valores.
En la intervención grupal se trabaja primero en el desarrollo de la habilidad de mindfulness que se basa en entrenar la atención, ralentizar la mente y familiarizarse con las técnicas de observación de la respiración, las sensaciones corporales y movimientos conscientes. Posteriormente se introducen el tema y las prácticas de la autocompasión: La posibilidad de relacionarse consigo misma de un modo más amable y autocompasivo es un aspecto básico de la intervención.
El mindfulness es una práctica que consiste en el desarrollo de consciencia prestando una atención concreta, sostenida, deliberada y sin juzgar al momento presente (Kabat-Zinn 2013). La atención plena es condición necesaria para la auto observación, para comprenderse a sí misma y para dar un sentido a la propia experiencia. El mindfullness regula la atención, aumenta la conciencia corporal, regula las emociones y realiza un cambio en la perspectiva del yo.
¿Qué es la autocompasión?
La Autocompasión es la compasión hacia una misma, la autoamabilidad, la humanidad compartida y el mindfulnes. Ésta genera una disminución de la autocrítica, la disminución de las rumiaciones, la regulación de las emociones y la re percepción de los sucesos vitales negativos.
Trabajar con un enfoque en atención plena y compasión, puede permitir a las mujeres relacionarse de otro modo con las emociones y sentimientos que les generan malestar, tomar conciencia de que están experimentando una emoción desagradable, como puede ser la ansiedad, y darle un sentido autoprotector. Es una herramienta de autorregulación y un método para incrementar el bienestar y las cualidades mentales positivas.
La intervención ayuda las mujeres a tomar consciencia de sí mismas, a recuperar la mirada y tomar distancia, lo que les permite tomar conciencia de la violencia invisible, y de la naturalización de los mecanismos que la perpetúan. Fomenta el autocuidado, las actitudes positivas como la gratitud y la amabilidad y las emociones positivas. Potencia las fortalezas que poseen las mujeres que participan, reforzando su sentido de valía y de poder sobre su propia vida.
La participación en la intervención grupal produce un aumento de conciencia en la vida cotidiana, mayor autocompasión y una mejoría en el bienestar psicológico de las mujeres que han sufrido violencia machista.
Lo que explican las mujeres que han participado de las sesiones de Mindfulness y Autocompasión, una intervención que les ha servido para…
– “Tener una visión diferente y compasiva de mí misma”
– “Poder sacar las cosas de dentro y poder desahogarme”
– “En conocerme mejor a mí misma”
– “En ser más consciente”
– “Me trato mejor a mí misma, ya no está tanto mi voz autocrítica”
– “En identificar las cosas que me hacían sentir mal sin saber por qué”
-«Me ha ayudado a ser más consciente de mis emociones, a tener más tranquilidad”
– “Me ha enseñado muchas cosas que no sabía de mí misma”
La intervención se realiza tras haber realizado el grupo de psicoeducación en violencia y el taller de reparación de la Autoestima. Tiene una duración de 8 sesiones de 90 minutos en grupos de 9 a 18 mujeres. Esta intervención se inició en 2017 y, hasta la fecha, cada año se han podido poner en marcha uno o dos grupos en los que han participado más de 70 mujeres.