Superando el miedo a volver a empezar.
Cuando llegó casi no podía hablar. Marc estaba en una situación de ansiedad tan alta que en cualquier momento creía que podía tener un ataque de pánico. Tartamudeaba. Le avergonzaba decir que ya no podía más.
La experiencia de tener hijos llegó demasiado temprano, quizás, y la vida le dio un giro. Empezó a notarse cansado y desanimado. Con la pareja fue descubriendo que no se querían y se rechazaban constantemente. Largas noches de insomnio afectaron la relación con sus hijos y la concentración en el trabajo.
Todo iba empeorando, hasta que alguien le habló de Fils.
Aquí recuperaría el control de su vida. Consiguió marcarse un objetivo, trabajó el origen de su desazón y lloró hasta el agotamiento al comprender que sus hijos también sufrían. Estaba tomando conciencia y eso le ayudaba.
También hizo terapia junto a su pareja, repasando hechos importantes en sus vidas que se habían pasado por alto y que cargaban en silencio. Se escucharon. Compartieron el dolor. Y juntos superaron el miedo a volver a empezar, con la voluntad conjunta de criar y querer a sus hijos.
En su último día en Fils, Marc acude a la cita con una sonrisa: “Este ha sido mi mejor año”.