Nuestra causa
Todo el mundo puede vivir una situación vulnerable alguna vez en la vida. La vulnerabilidad va ligada a la condición humana y, en algunos casos, superarla puede requerir acompañamiento de profesionales.
Las familias que atendemos atraviesan momentos difíciles. Nuestro objetivo es acompañarlas para que puedan transformar su situación en una oportunidad de cambio, adquiriendo herramientas que les permitan tener autonomía para afrontar dificultades similares en el futuro.
Las familias que participan en nuestros programas afrontan distintas situaciones de vulnerabilidad social, en muchas ocasiones interconectadas entre sí, que hacen que su riesgo de pobreza y exclusión social sea muy elevado, en comparación con el de la población general.
¿Qué factores de riesgo afrontan?
No tener cubiertas las necesidades básicas
Como tener una alimentación precaria, no poder acceder a una vivienda digna, estar en paro de larga duración o tener dificultades para acceder al mercado laboral, ya sea por problemas de salud, por encontrarse en una situación de irregularidad legal, etc.
Cuando atendemos familias, es importante saber identificar estas necesidades y ocuparnos de que estén debidamente cubiertas (articulando la red de atención social) para que cualquier otra intervención tenga una probabilidad de éxito mayor, y facilitar su camino hacia la autonomía.
No contar con una red familiar o amistades de apoyo
Esta situación se da cuando la persona atendida no tiene familia o la tiene lejos, cuando la red social es disfuncional y no permite salir del problema, o bien no cuentan con las habilidades sociales necesarias para relacionarse de forma saludable con otras personas y su comunidad.
La dimensión social es inherente a la condición humana. Buscamos relacionarnos, ser parte de una comunidad, de agruparnos en familias, grupos de amigos o en organizaciones sociales. Cuidar este aspecto de la naturaleza humana permite una intervención más sólida y enfocada a la autonomía.
Vivir situaciones de conflicto y/o violencias
Vivir en entornos de violencia es un importante factor de riesgo para las familias. Así lo contemplan las leyes, y así lo demuestra la vida y la sociedad. En IRES trabajamos para garantizar entornos libres de violencia tanto para niños y niñas como para personas adultas.
Nuestro objetivo es poder acompañar y dotar de herramientas para transitar los conflictos y los problemas de la vida lejos de la violencia. Para ello, dotamos nuestras intervenciones de una mirada igualitaria e inclusiva que nos permita intervenir en cualquier tipo de violencia.
La historia de superación de Isabel y Manuel
Su historia es una y muchas al mismo tiempo. Isabel y Manuel se conocieron a los 14 años y el primer hijo llegó cuando todavía eran demasiado jóvenes. Tuvieron que abandonar los estudios, y la dolencia de su cuarto hijo, que le tuvo hospitalizado una larga temporada, complicó todavía más su situación. Manuel perdió el trabajo y quedaron con muy pocos recursos, sin vivienda y con muchas dificultades para cubrir sus necesidades básicas.
“Nos culpábamos mucho por no poderlos dar el que necesitaban. Teníamos miedo a pedir ayuda por el miedo al hecho que pudieran separarnos de nuestros hijos”
Isabel y Manuel encontraron acompañamiento profesional de los servicios de su territorio, entre ellos la Fundación IRAS. Hoy en día, acabados de cumplir los 30, han encontrado ocupación y trabajan sus competencias como padres en el Casal en Familia, un proyecto al cual acuden para compartir y continuar aprendiendo, un lugar que sienten como una parte más de su propia familia. Isabel y Manuel no solo han podido mejorar sus recursos, sino que sus vínculos familiares y sociales son más fuertes.
Transformamos la vulnerabilidad social en una nueva esperanza, una oportunidad de cambio.
Por encima de todas las cifras y los datos estadísticos acumulados durante 50 años de historia, están las historias personales. Cada una de ellas tiene un valor infinito que justifica todo nuestro trabajo, un ejemplo real y significativo de todo lo que se puede hacer y de todo lo que queda por hacer.