Relaciones sanas en pareja: Más allá de la visión heteronormativa
La violencia intragénero, una problemática social invisibilizadazada
Que te amenaza con desvelar tu orientación sexual en tu entorno social sin tu consentimiento previo. Que no te deje ver sus amistades o familia o acudir a los lugares donde te gusta ir. Que te humille, que controle tu dinero, que te obligue a mantener relaciones sexuales o prácticas no deseadas contra tu voluntad. Que te insulte, que te golpee o amenace con golpearte. Que te sientas anulada como persona sin capacidad de reacción o decisión ante la otra.
Estas y otras situaciones se pueden dar en una relación insana dentro de una pareja. La violencia que se da en el ámbito de las relaciones afectivas y sexuales entre personas del mismo sexo se le llama violencia intragénero. Y a pesar de que estas situaciones se dan también en las violencias machistas, la violencia intragénero tiene componentes que no tiene el sexismo (entendido como el machismo del heteropatriarcado). Nos lo explica el equipo de Relacions Sanes, un servei de la Fundació IRES a Balears.
¿Cómo se inicia o se puede detectar la violencia intragénero?
Una relación de pareja tóxica se inicia cuando uno de los miembros de la pareja asume un rol de dominio y poder en la relación, buscando someter al otro miembro, utilizando tácticas de control y de aislamiento, así como formas de violencia psicológica a través de chantajes como el outing o el desvelar sin consentimiento previo la orientación sexual, difundir o dar información falsa sobre la salud, humillar, cuestionar la orientación afectivo-sexual y de otros tipos de violencias: violencia verbal, violencia física y/o sexual y económica. De esta forma, se anula por completo la capacidad de reacción y de decisión de la otra persona y, por lo tanto, disminuye su autoestima.
La dificultad de identificar una relación insana por parte de la propia pareja se atribuye a la invisibilidad de la propia violencia intragénero en la sociedad y a la falta de información para poder reconocer este tipo de violencia
¿Qué necesidades presentan las personas que acuden al servicio Relaciones Sanas?
La mayoría de personas que acuden al servicio Relaciones Sanas, son o han sido víctimas de violencia y presentan diferentes grados de dependencia emocional basada en la necesidad o el miedo a la pérdida de respeto de la pareja. Suelen priorizar las necesidades de la otra persona por encima las propias y pese piensan que pueden estar en una relación tóxica les cuesta reconocer determinadas situaciones como formas de violencia y por lo que les é difícil salir de esta.
¿Cuáles son las situaciones más comunes que pueden vivir las personas que son víctimas de violencia intragénero?
Una situación que se da con frecuencia y que viven casi todas las personas que acuden al servicio de Relaciones Sanas es la dificultad de establecer límites. Por una parte, esta dificultad la tienen con sus parejas, por ejemplo, siendo objeto de conductas de control asociadas a modelos de relaciones y los mitos del amor romántico que les rodea. Pero, por otra parte, suelen tener dificultades a la hora de poner límites también con el entorno más cercano (amistades, familia…). A esto se le suman dificultades de comunicación a la hora de expresar sus preferencias o sus necesidades, por lo que son objeto de diferentes situaciones de manipulación y dominio por parte de sus parejas.
¿A qué se pueden deber estas situaciones?
Existen diferentes variables que pueden afectar a la violencia intragénero. Por un lado, las situaciones de vulnerabilidad que se viven simultáneamente: las situaciones de personas migradas, la dependencia económica de la pareja, la discriminación por etnia, religión… Por otro, los salvo característicos de las relaciones interpersonales inseguras donde se produce un patrón de dominancia-sumisión, así como variables individuales de consumo de alcohol y drogas.
¿Qué factores de la sociedad influyen?
La dificultad de identificar una relación insana por parte de la propia pareja se atribuye a la invisibilidad de la propia violencia intragénero en la sociedad y de la falta de información para poder reconocer este tipo de violencia. También se le añade la dificultad de explicar esta situación a otras personas. Tenemos que hablar de las situaciones de discriminación que sufre el propio colectivo LGTBIQ +: conciencia del estigma social, LGTBIfòbia interiorizada; las dificultades para denunciar ( «doble armario»: las víctimas tienen dificultades para reportar abusos y situaciones de violencias para auto identificarse como LGTBI ante las autoridades).
Aunque predomina una fuerte visión heteronormativa los roles en la pareja que establecen el mito de que las mujeres no pueden ejercer violencia entre ellas y los hombres no pueden ser víctimas de la misma. La imagen que tenemos de maltratador es de un hombre en una relación heteronormativa, por lo que nos impide en muchas ocasiones detectar otras formas de ejercer poder y / o violencia dentro de las relaciones de pareja.
Si reconoces alguna de estas situaciones puedes estar viviendo una situación de violencia:
- ¿Te ha humillado, te ha insultado o ha reído de ti con la intención de herirte?
- ¿Te ha amenazado con difundir tu orientación sexual entre tus familiares y amistades?
- ¿Actúa de forma sobreprotectora y se pone celoso/a?
- ¿Te impide que veas a tu familia o amigos/as?
- ¿Controla tu dinero en contra de tu voluntad?
- ¿Te obliga a mantener relaciones sexuales o prácticas no deseadas contra tu voluntad?
- ¿Amenaza con golpearte?
- ¿Daña física o psicológicamente a tus hijos/as?
¿Te prohíbe acudir a lugares o eventos LGTBI?
No dudes en contactar con el Servicio de atención psicológica Relaciones Sanas para la promoción de relaciones de pareja no violentas
relacionsanes@fundacioires.org Tel.: 615 867 331 / 971 722 856
Desde la Fundación IRES, trabajamos con personas familias desde la perspectiva de género y haciendo una mirada transversal a la diversidad. Para que las personas somos diversas, tenemos diferentes experiencias vitales y distintas formas de vivir nuestra identidad, así como diferentes formas de expresar quiénes somos y cómo y a quiénes expresamos nuestro afecto. El reconocimiento de esta diversidad nos lleva a poder atender las diferentes necesidades sociales.
En los más de 10 años de experiencia en las Islas Baleares en la ejecución de servicios de atención a la violencia de género se detectaron demandas de personas LGTBI+ que convivían con situaciones de violencia en su relación de pareja.
La sociedad siempre ha sido diversa, pero en un momento en que la expresión pública de esta es más aceptada que nunca, debemos saber dar respuesta, también desde la diversidad, a todas las necesidades sociales que surjan.
Reconocer la diversidad es reconocer los derechos de todo el mundo.