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Un Sant Jordi para recordar

«Tenía las expectativas muy altas, puesto que la primera vez que lo hice fue impresionante, pero diré que este año las ha superado con creces.» Descubre el testimonio de Narciso, voluntario y educador del Medi Obert La Mina.
Fundació IRES
25 abril de 2024

Sant Jordi es un día muy especial para muchos. Nos encontramos voluntarios internos y externos para celebrar esta festividad y para comunicar a todos y todas la labor social de la Fundación IRES. Compartimos con vosotros el testimonio de Narciso, educador del Medio Abierto La Mina y voluntario de este Sant Jordi enmarcado en el programa de voluntariado, Tú lo haces posible. Gracias al esfuerzo y motivación de personas como el Narciso podemos sacar adelante la campaña Una Rosa Por Una Causa a favor de las personas en situación de vulnerabilidad que atendemos desde la Fundación IRES

Por fin, llegó Sant Jordi. Ese día en la familia es importante, ya que mi suegro, mi cuñado y mi hermano se llaman Jorge y se celebra por todo lo alto. Pero este año volvía a retomar lo que podría decirse una preciosa tradición: disfrazarme de dragón en el stand de la Fundación IRES.

Tenía las expectativas muy altas, puesto que la primera vez que lo hice fue impresionante, pero diré que este año las ha superado con creces.

Para empezar el equipo que estábamos, lo dimos todo; a entusiasmo y ganas no nos superaba nadie. Después, la sensación cuando algún niño se acercaba a hacerse una foto o para abrazarme era brutal, se me ponían los pelos de puntas de la emoción. Muchos me miraban con miedo, intentaba acercarme para que cambiaran de opinión diciéndoles “soy un niño que está aquí dentro”, pero no siempre surtía efecto. Pero lo que más me gustaba era cuando otros se acercaban con un dragón de peluche y yo les decía que era mío compañero de la escuela, pero que no habían crecido tanto como yo porque no había comido verduras y frutas. Era muy gracioso la cara que ponían. Y los padres riendo aprovechaban para comprar la rosa de la Fundación. Muchos no conocían a la Fundación, así que les explicaba la labor integral que hacemos con las familias que están en situación de vulnerabilidad y que con los diferentes proyectos y servicios, intentamos construir un nuevo futuro para ellas. En ese momento me daba cuenta de la cantidad de gente ajena a estos problemas y este tipo de instituciones, pero que enseguida quieren aportar un granito de arena. Y yo, como buen dragón sensible que era, me emocionaba ver ese trabajo que estábamos haciendo.

Fue una tarde divertida, sin parar de un lado para otro intentando captar la atención de todo el mundo que pasara. Si compraban una rosa, mejor; si no, al menos les sacaba una sonrisa. Eso sí en alguna foto que me hacían, me estaba comiendo más de uno (estos colmillos debían aprovecharse).

Hay que comentar que en esta ocasión no estaba solo y me acompañaban dos grandes amigos que cuando les conté el plan, aceptaron sin pensárselo dos veces. Hicieron que fuera muy ameno el ambiente y que fuera más ligero el calor dentro del dragón. Aunque lo más alucinante fue saber que tengo a personas cerca, dispuestas a dar su tiempo y sus ganas, gratis y motivados por una buena causa y que por supuesto dicen que quieren repetir.

En la Fundación IRES, Tu Ho Fas Posible. Infórmate de nuestros voluntariados en https://www.fundacioires.org/colabora-como-particular/voluntariado/. Este servicio cuenta con el apoyo del Departamento de Derechos Sociales de la Generalitat de Cataluña.