A través de esta noticia, nos han querido transmitir su testimonio como voluntarias. ¡Muchas gracias por formar parte y aportar su granito de arena!
Un año más hemos disfrutado del día de Sant Jordi, siempre es un día bonito, es un día en el que todas las calles se llenan de gente y color, un día para disfrutar y compartir con la familia, las amigas y amigos… por pasear, para distraerse por los tenderetes, para regalar libros y rosas, un día de ambiente festivo y de cariño hacia los demás…
Pero este año, aún ha sido más especial, este año, Paola, Flor, Merche y yo misma, Marta, hemos tenido la oportunidad de vivir la fiesta desde el otro lado del tenderete, con la Fundación IRES de la que formamos parte, como participantes, voluntaria y coordinadora del programa «En el barrio nos cuidamos» respectivamente.
Ha sido una experiencia enriquecedora y muy gratificante para nosotros poder participar de la fiesta ofreciendo rosas a la gente, unas rosas distintas… “unas rosas por una causa, la de impulsar proyectos sociales que favorezcan la generación de nuevas oportunidades para las personas y familias en situación de vulnerabilidad.
Este año, pues, nos volvemos a casa satisfechas por haber vivido un día de Sant Jordi muy especial, donde más que nunca, nos hemos impregnado de la ilusión, generosidad y espíritu solidario de la gente y de los compañeros y compañeras de la Fundación IRES.
Merche, voluntaria:
“Este Sant Jordi ha supuesto una experiencia única para mí. Como voluntaria de la Fundación IRES, los valores del compromiso y la solidaridad han jugado siempre un papel fundamental. Por eso, participar en el día de Sant Jordi con la iniciativa «una rosa, una causa» ha sido una oportunidad de vivir la generosidad y la solidaridad de muchas personas que eligieron nuestras rosas y colaboraron para ayudar a personas en situaciones riesgo de vulnerabilidad. Estoy profundamente agradecida al equipo de la Fundación IRES por organizar un día de Sant Jordi que ha permitido compartir con otras personas el verdadero significado de este día“
Paola, participante programa ABEC
“Es la primera vez que hago algo así, ha sido una experiencia muy diferente, cuando vino la propuesta me motivó ayudar, me hizo ilusión hacer de voluntaria, es una satisfacción ayudar en algo.
Me sintió parte del equipo, y me permitió socializar con personas que nos unía una misma causa
A mí me aportó mucho en calidad humana, no sólo ayudas tú, también te quitas una satisfacción personal “hoy aporté algo”.”
Flor, participante programa ABEC
“Me motivo para apuntarme fue el poder ayudar a más gente que lo necesita.
Al principio estaba muy cortada, pero me sentí muy a gusto y confiada con mis compañeras entonces me dejé ir y empecé a ofrecer rosas y me di cuenta que hasta estaba disfrutando, no conocía esta parte mía comercial… Fue un reto para mí, porque soy muy tímida y me sirvió para vencer la timidez.”
