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Tres relatos, tres miradas sobre la construcción de identidad en adopciones

El Servicio de Adopciones nos hace llegar tres historias vitales que nos llevan a reflexionar alrededor de las emociones y actitudes presentes en niños durante la busca de sus orígenes.
Fundació IRES
20 agosto de 2020

La construcción del “yo” es un proceso tan relevante como complejo en el desarrollo de los niños y niñas. Este sentimiento identitario pasa por una revisión de la filiación y las relaciones pasadas que, en la mayoría de los casos se da con cierta continuidad. No obstante, en las adopciones esta continuidad se ve alterada, la actitud de los adultos en esta búsqueda de respuestas resulta crucial.

Las personas de referencia del niño no solo tienen que transmitir la información pedida por los nuevos miembros de la familia. El Servicio de Adopciones de niños y niñas con necesidades especiales de la Fundación IRES señala en esta reflexión la importancia de ayudar a organizar los recuerdos fragmentados y facilitar espacios para expresar las emociones que surgen en este proceso de construcción.

“Desde hace unos años tengo la necesidad de ponerme frente al espejo y repetir un nombre que ahora no es el mío pero que durante unas semanas sí que lo fue”

La actitud de respeto hacia el pasado, la comprensión y la disponibilidad para hablar es tan importante como la transmisión de datos. Cuando los niños dirigen su mirada hacia el pasado, sus preguntas van acompañadas de sentimientos y es necesario que encuentren personas de referencia dispuestas a escuchar y validarlos.

Con el cambio de nombre como punto de partida, los relatos abordan tres miradas diferentes en este proceso de reconstrucción. Las familias adoptivas, a pesar de no tener lazos sanguíneos comunes, comparten un vínculo, un futuro que depende de cómo acompañan al niño/a en la busca de sus orígenes.

La calidad comunicativa a propósito de la adopción no reside en la cantidad informativa, si no en la actitud con la que se transmite.