El yoga debe poder llegar a todos los rincones del mundo, y gracias a organizaciones como Yoga Sin Fronteras, es posible. Llevan el yoga a colectivos que se encuentran en riesgo de exclusión social. El yoga es una disciplina que combina ejercicios físicos y mentales que ayudan a reducir el estrés y conseguir un mayor bienestar personal. El yoga no tiene edad, sexo, clase social, ni etnia. Es una práctica universal que demuestra generar beneficios en nuestro cuerpo y nuestra mente. Relajación, desconexión, unión contigo y tu respiración, conexión con una misma, con el espacio y lo que nos envuelve.
Por estos motivos, este trimestre hemos iniciado un programa de yoga de 7 sesiones adaptado a nuestras usuarias, con la profesora de Yoga Sin Fronteras, Sol. Cada dos semanas vamos al Casal Ca l’Isidret y compartimos durante 1h y 15min la paz y la calma que nos transmite el yoga.
Se ha creado un grupo de mujeres muy enriquecedor, en el que cada una de ellas se ha planteado sus propios objetivos para procesar en la práctica y poder probar un pequeño cambio al finalizar las sesiones este diciembre. Como dijo Sol en la primera sesión, el primer paso ya lo han dado, han ido a la primera clase. Todas vienen con muchas emociones, nervios, estrés, problemas, preocupaciones…
¿Qué quieren hacer con todo esto? Dentro de todo ello encontrarse a sí mismas y tener un momento de pausa. ¿Cómo empezar? Cerrando los ojos, y conectando con su respiración.
En el Proyecto Aferra’t atendemos a personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad fortaleciendo el vínculo comunitario y territorial y potenciando sus recursos para que logren empoderarse y mejorar su situación social y laboral. Trabajamos con una mirada integral sobre su situación vital, abordando las diferentes esferas de su vida y ofreciendo un espacio en el que las personas son las protagonistas de su propio proceso de transformación, un camino hacia la autonomía.
