Quizás no la puedas ver, pero todas las personas llevan consigo una «H» que les da el poder de transformar sus vidas. Descubre el poder de la vulnerHabilidad a través de la historia de Rosario, Luigi, Rastan y Francesc.
La «H» de Luigi
“…cuando tienes que llenar tu estómago de agua porque el hambre no te deja dormir”
Con 16 años la vida le dio un vuelco y tuvo que hacerse adulto de repente. Sus preocupaciones estaban muy lejos de las propias de un chico de su edad: subsistir era su prioridad. Se alquiló una habitación y trabajaba 14 horas al día de barbero. Tuvo que abandonar los estudios.
Llegó a IRES sin planes de futuro, pero pronto fue capaz de mirar más allá de sus circunstancias: “Ahora tengo claro mi objetivo: lograr una vida tranquila, donde no le deba nada a nadie y pueda dormir en mi propia casa”. Luigi describe la vida como una escalera y, peldaño a peldaño, supera etapas que le acercan a su sueño.
¿Qué le mueve? La Motivación. Cuando las cosas se ponen difíciles se dice a sí mismo “Sube, Luigi, sube ” y eso le mantiene en su rumbo, comprometido con sus estudios y tenaz en su objetivo.
La «H» de Francesc
“…cuando todo se reduce a qué voy a comer mañana, ¿dónde queda la dignidad?”
Una enfermedad apartó a Francesc del mundo laboral. Se quedó sin nada y su autoestima se vio afectada. “Cuando lo has perdido todo, te juzgas a ti mismo”.
Francesc, historiador y astrólogo, persona de gran cultura, vio reducir sus aspiraciones a la pura subsistencia, dejando a un lado el resto de esferas de su vida: “Te olvidas de que tienes otras cualidades”.
En IRES pudo tramitar una prestación social y, a la vez, trabajó individual y grupalmente para recuperar la dignidad perdida. Se vinculó al proyecto y ahora comparte sus conocimientos y experiencia con otras personas que viven situaciones vulnerables. Su “H” es, sin duda, su Fuerza.
La «H» de Rosario
“…y un día ves que puedes perder a tu familia, a tus hijas”
Rosario vino de Perú por fuerza mayor: la enfermedad de una de sus dos hijas. Abandonó una vida como emprendedora, estable y rodeada de su familia para empezar de cero en Barcelona.
Con la crisis económica, su situación se complicó muchísimo, hasta el punto que tuvo miedo de perder su casa y, con ella, a sus hijas. Cuando llegó a IRES se sentía perdida, no sabía por donde empezar y sin fuerzas para luchar. Aquí encontró el soporte que más necesitaba: el emocional. Se empoderó y creyó que sí podía lograrlo, y las cosas empezaron a cambiar. “La vida siempre tiene sorpresas, también para mí”, recuerda emocionada.
Rosario ha logrado tirar adelante y está trabajando duro para lograr un mejor futuro para su familia. En su caso, su “H” es doble: el Amor por cada una de sus hijas.
La «H» de Rastan
“…cuando tu vida peligra y te lleva a cruzar los límites arriesgando tu vida”
Rastan salió de Camerún con 23 años, iniciando un peligroso viaje hasta Ceuta que duró 4 meses. Otras vidas quedaron en el camino y ese dolor todavía le acompaña. “Recuerdo los gritos en el mar, y pienso que podría haber sido yo”.
Los primeros meses en España fueron duros. Eran muy pocas las opciones para una persona en situación irregular, hasta que llegó a IRES. Aquí encontró la orientación y ayuda que necesitaba.
Jamás dejó de soñar con un futuro mejor, creyó en sus posibilidades y ha conseguido su objetivo: estabilidad económica y social. Ahora estudia ADE y Derecho en la universidad, y vive con su mujer y su hijo.
¿Su “H”? Rastan nunca se rinde.
Así es nuestra atención en la Fundación IRES
En IRES atendemos a través de un ecosistema de proyectos dinámico y vivo. Gracias a su sincronización, podemos llevar a cabo intervenciones más completas, transversales y ajustadas a cada miembro de la familia.
Todos nuestros proyectos están orientados a reforzar los vínculos de las familias y a potenciar sus recursos personales, educativos y económicos.
La acción del ecosistema está ligada al territorio donde actúa y a sus necesidades. Actualmente, está desplegado tanto en Cataluña como en las Islas Baleares.
