El 20 de noviembre es una fecha clave: se celebra el Día Mundial de la Infancia. En Fundación IRES, esta jornada es una oportunidad para recordar y hacer visible nuestro compromiso diario con la protección, el bienestar y la participación de los niños y adolescentes a quienes acompañamos.
Como entidad social que trabaja con la infancia en situación de vulnerabilidad, contamos con una Política de Protección a la Infancia y la Adolescencia, que recoge los principios, protocolos de actuación y el código de conducta que orientan nuestro trabajo.
Esta política nos recuerda que proteger a la infancia empieza por generar entornos seguros y de confianza, donde cada niño o niña se sienta escuchado, respetado y valorado. Y eso supone la implicación activa de toda la comunidad: profesionales, familias, voluntariado y, sobre todo, los propios menores.
Durante este mes de noviembre, en diferentes servicios de Fundación IRES realizaremos actividades y dinámicas participativas adaptadas a las diferentes edades, con el objetivo de dar voz a los niños y adolescentes y hacer visibles sus derechos. Trabajaremos aspectos como el conocimiento de los derechos de la infancia, el reconocimiento de espacios seguros y actitudes protectoras, y la importancia de sentirse escuchado y respetado dentro de nuestros entornos.
Estas actividades quieren ser momentos de reflexión, juego y expresión, donde cada niño pueda compartir cómo se siente y cómo imagina un espacio para crecer con seguridad y confianza.
Actualmente, Fundación IRES atiende a 5.922 niños y adolescentes, muchos de ellos en situación de riesgo o vulnerabilidad social. Detrás de cada número hay una historia, un rostro, una voz que merece ser escuchada y protegida. Nuestra labor como agentes de protección es velar para que cada niño viva su proceso en un entorno donde la seguridad, el respeto y el acompañamiento emocional sean una realidad.
Como dice una de las adolescentes que participa en nuestras actividades:
“En este grupo siento que puedo ser yo.”
El 20 de noviembre es una buena excusa para mirarnos a nosotros mismos y reafirmar lo que nos define como entidad: el compromiso con los derechos, la dignidad y el bienestar de los niños y adolescentes. Seguimos trabajando para crear entornos cada vez más seguros, participativos y protectores, porque crecer siempre debe ser sinónimo de bienestar, respeto y oportunidades.
Paula Malagón y Neus Fuertes, agentes de protección a la infancia y adolescencia de Fundación IRES
