Rompiendo mitos sobre la finalización del Acogimiento Familiar
Este mes de noviembre, dentro de la programación del Centro Cívico de Sant Andreu de Barcelona, se ha representado la obra de teatro “Dos familias” de José Pascual Abellán, traducida por Adrià Illesca e interpretada por la compañía de teatro “La Chincha”. Más de 70 personas asistieron a la función, tras la cual se realizó un coloquio organizado por el Servicio de Acogimientos de la Fundació IRES.
La obra se centra en el momento en que un niño que vive con una familia de acogida regresa con su padre biológico. Es decir, el momento que simboliza que se ha cumplido el objetivo del acogimiento familiar: cuidar al niño durante el tiempo necesario mientras su familia de origen se recupera de un periodo de dificultad.
Este es un momento que puede generar miedo y desanimar a personas que piensen en ofrecerse como familia de acogida, pero que también puede despertar empatía hacia la dimensión social de esta medida de protección. Sea como sea, es un tema que puede ser controvertido dentro del acogimiento familiar y que quisimos poner sobre la mesa para abordarlo desde la emoción y desde la vertiente profesional, del trabajo y acompañamiento a los niños, adolescentes y sus familias. Familias en plural: tanto la familia de acogida como la de origen.
Mitos abordados en el coloquio
Las familias de acogida y de origen se conocen de golpe:
En la vida real, este proceso es progresivo y voluntario, dependiendo de lo preparadas que se sientan las familias para dar este paso. Es una fase que se va trabajando durante el seguimiento del acogimiento familiar y que puede ayudar a que el niño viva con más naturalidad el hecho de tener Dos Familias. La relación entre las familias no se produce de un día para otro y se trabaja considerando y acompañando las emociones de todas las partes, situando siempre al niño en el centro.
El niño se va de la familia de acogida de un día para otro:
En el proceso de reintegración, el acompañamiento a las familias de origen y de acogida es uno de los aspectos clave. La preparación de los adultos para afrontar esta y otras situaciones complejas es fundamental para que el niño pueda transitar los cambios con la tranquilidad de que no pierde el cariño de sus figuras de referencia. Cuando se produce un retorno, se realiza un trabajo en red para preparar los pasos que facilitarán el proceso, gestionando el impacto emocional para todos los agentes implicados.
No se tiene en cuenta lo que piensa el niño:
El niño forma parte activa del proceso de retorno según su edad, grado de madurez, tiempo que lleva en la familia de acogida, etc. Cada caso es único y el acompañamiento debe ser específico, teniendo en cuenta el proceso emocional del niño en cada fase del acogimiento. Es importante facilitar que los niños puedan poner palabras a lo que sienten, especialmente ante un retorno, ya que es un momento cargado de expectativas, miedos y esperanza, como representaba la obra.
Si haces un acogimiento, sufrirás mucho cuando el niño se vaya:
Existen diferentes tipologías de acogimiento familiar, según la probabilidad de recuperación de la familia de origen. Aunque el acogimiento comporta cierto grado de incertidumbre, la persona que desea acoger puede definir la modalidad más adecuada y siempre recibe orientación y acompañamiento del equipo técnico. A pesar del dolor que pueda sentirse, el acogimiento familiar no es una pérdida para el adulto, sino una medida de protección para el niño, una oportunidad reparadora para niños y adolescentes, y tiene un impacto transformador en la familia o persona que acoge.
El hecho de ser acogido puede ofrecer a un niño estabilidad, afecto, cuidados y un entorno estructurado en un momento vital especialmente vulnerable. No se trata solo de cubrir necesidades básicas, sino de ofrecer un “envoltorio emocional” que le permita continuar creciendo.
Agradecimientos a las personas que participaron en el coloquio: Marta Sagrera, educadora social;
Fabiola Espinosa, coordinadora de uno de los equipos del Servicio de Acogimientos Familiares;
Celeste Reyna, psicoanalista especializada en la atención de niños, adolescentes y familias en procesos de acogimiento familiar y adopción; y Adrià Illesca, actor de La Chincha Teatre. Agradecemos también al público por su asistencia y participación con opiniones y preguntas.
Si quieres contribuir a fomentar la cultura del Acogimiento Familiar, visita nuestra web: petitesmaletes.org