Las vacaciones de verano son una oportunidad para los niños y las familias. Pueden proporcionar:
- Experiencias de aprendizaje en el ocio y un mayor contacto con la naturaleza
- Momentos de mayor interacción y cohesión familiar
- Integrar nuevos conocimientos de forma experimental
- Proporcionar un tiempo de calma y bajar el ritmo
Aunque también sabemos que suponen:
- Momentos de intensidad en el contacto
- Cambios en las rutinas
- El desafío para los adultos de planificar actividades de ocio para los niños, adaptadas a sus edades y características
Para que las vacaciones sean experiencias enriquecedoras y divertidas, recomendamos los siguientes consejos:
- Considerar las necesidades específicas de cada niño para planificar colonias, talleres, destinos, organización familiar… teniendo en cuenta el presupuesto familiar.
- Mantener un equilibrio entre actividades y descanso.
- Velar por la satisfacción de todos los miembros de la familia.
- Involucrar a los niños en la planificación para garantizar sus intereses o preferencias, teniendo en cuenta su edad.
- Anticipar la organización del verano y de las vacaciones, así como posibles imprevistos, para que los niños puedan mentalizarse.
- Procurar mantener una rutina dentro del contexto vacacional que proporcione un marco de seguridad y estabilidad para los niños, al mismo tiempo que garantice la tranquilidad familiar.
- Flexibilizar las expectativas y exigencias; el cambio de entorno o nuevas vivencias pueden excitar a los niños y expresarse a través de la conducta.
Las familias de acogida, además, deben tener en cuenta:
- Prever e informar con tiempo a sus referentes para que gestionen las autorizaciones y documentación necesarias.
- Considerar la etapa de integración en la que se encuentra el niño con la familia de acogida, a la hora de decidir si es un buen momento para hacer vacaciones y de qué tipo.
- Integrar en la planificación las visitas que el niño tiene con su familia de origen.
¡Os deseamos unas muy felices vacaciones!