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En el día mundial de la adopción… ¡Desmontamos mitos!

Con motivo del Día Mundial de la Adopción, en las últimas semanas hemos querido comprobar hasta qué punto estos mitos siguen presentes.
Fundació IRES
07 noviembre de 2024

Históricamente, la adopción era un recurso que podían utilizar aquellas personas que no tenían un heredero natural, con el objetivo principal de perpetuar su descendencia, así como la de sus bienes. El espíritu o finalidad de la adopción estaba encaminado a satisfacer la necesidad del adoptante, quedando en segundo término los intereses del adoptado. Durante la década de los noventa es cuando aparece en España la adopción nacional y la legislación que la acompaña pone de manifiesto que cualquier niño tiene derecho a crecer en una familia que cubra sus necesidades, dejando atrás que la adopción deba cubrir los intereses del adoptante y centrándose en el bienestar e interés superior de los menores.

Debido a esta larga trayectoria y evolución de lo que implica la adopción, a su alrededor se ha creado un imaginario social con tópicos o mitos que desde el servicio de adopciones de la Fundación IRES intentamos desmentir. Por esta razón y con motivo del Día Mundial de la Adopción, en las últimas semanas hemos querido comprobar hasta qué punto estos mitos siguen presentes y hemos hecho algunas preguntas a través de las redes sociales.

La primera pregunta hacía referencia a quién tiene el derecho de adoptar, si el niño, la familia o ambos. Un 69% de los votos han determinado que el derecho es del niño y el resto del porcentaje ha dicho que de ambos. No hay ningún voto que responda que es la familia adoptante y, efectivamente, de acuerdo con la legislación, el derecho es del niño y se propone la adopción como una medida de protección en aquellos casos en los que los padres biológicos del niño están imposibilitados para ejercer su potestad y se prevé que esta situación sea permanente.

También se preguntó si los niños adoptados necesitan lo mismo que un hijo biológico y un 63% de los votos dijeron que necesitan lo mismo. Un 25% de los votantes dijo que no lo sabía y solo un 12% dijo que necesitan algunas cosas diferentes. Efectivamente, la adopción es una forma de filiación que tiene una serie de particularidades que hay que tener en cuenta y que hacen que surjan necesidades diferentes. Normalmente, se tiende a normalizar su situación, pero la realidad es que aspectos como la autoestima o el apego serán temas clave que les acompañarán a lo largo de su vida y donde se deberá poner especial atención. Las pérdidas, heridas emocionales, abandono o maltrato dejan su huella, y de manera destacada en la primera infancia.

Otra de las cuestiones que generó más debate es si hay niños que no están preparados para ser adoptados. Un 50% de los participantes dijo que todos los niños quieren tener una familia, un 19% tenía dudas y un 31% afirmó que hay niños que no pueden ni quieren ser adoptados. A pesar de que se puede pensar que una familia es el mejor lugar para un niño y que todos deben querer una, hay situaciones en las que efectivamente no se puede pensar en la adopción como la mejor medida para el niño. Algunos niños, aunque vivan situaciones que generaron su desamparo, quieren mantener el contacto con sus familias de origen, lo que dificultará plantear la adopción como el mejor recurso familiar para estos niños. Aunque se puede trabajar con cada niño en particular, hay que contemplar la posibilidad de que la voluntad o el deseo del niño no se modifique.

Se preguntó si se pensaba que a veces no es necesario explicar el motivo del abandono y el 72% de las reacciones afirmaron que siempre se debe explicar. Un 28% de las personas dudaron en los casos en que la historia pudiera ser muy dura. Siempre se deben poner palabras al hecho adoptivo, y eso implica siempre hablar de los motivos del abandono o lo que ha hecho que no pueda estar con su familia biológica. Hay que tener presente que este relato se adapta a la edad y comprensión del niño, respetando su madurez o capacidad para afrontar situaciones complejas y que pueden causar dolor.

Una de las premisas que hemos comprobado que están más claras es la necesidad de hablar de los orígenes con los niños. Ante la pregunta de si la búsqueda de los orígenes por parte de las personas adoptadas es un indicador de que la adopción no ha sido del todo satisfactoria, no hubo ningún voto afirmativo. Un 12% de las respuestas dijeron que tal vez a veces podría estar relacionado y el 88% de las respuestas dijeron que no lo creían. Efectivamente, suele ocurrir más bien lo contrario. Cuando la persona adoptada ha podido tratar el tema con naturalidad, se ha sentido comprendida y acompañada, es cuando más libertad sienten para poder indagar sobre sus orígenes.

Por último, se preguntó si en todos los casos adoptar un niño en Cataluña es un proceso muy largo porque hay muchas familias en espera. Un 31% respondió que efectivamente es muy largo y no vale la pena esperar y un 69% respondieron que a veces puede ser muy rápido. En nuestro caso, en la adopción de niños con necesidades especiales, la realidad es esta. Tenemos más niños que familias, por eso los tiempos de espera son muy cortos.